Los abundantes beneficios de leer en alto a los niños
Leer es vital para desarrollar la alfabetización, un buen vocabulario y una imaginación viva. Pero con la creciente oferta de libros interactivos electrónicos que posibilitan una lectura independiente a edades cada vez más pequeñas, puede que estemos perdiendo de vista el valor de leer no solo con, sino a nuestros niños. Algunos estudios en los últimos años han reforzado la importancia de leer en alto a los niños, de la forma tradicional.
Uno de estos estudios por ejemplo, evaluó la relación entre leer en voz alta a los niños de pequeños y su posterior desarrollo del lenguaje en el colegio.
Se usaron escáneres cerebrales para examinar la actividad cerebral de los niños mientras se les leía en voz alta.
Los investigadores encontraron mucha mayor actividad cerebral en los niños cuyos padres les leían en alto más tiempo en casa.
La región del cerebro que estaba siendo activada (parte del hemisferio izquierdo) es la misma parte que se activa en niños mayores cuando leen para si mismos.
Y los niños a los que los padres les leían más en casa, mostraron una actividad cerebral significativamente mayor en las áreas que procesan la asociación visual – incluso a pesar de que solamente estaban escuchando la historia sin ningún apoyo visual.
El investigador Dr. Hutton atribuye esto al énfasis en que la imaginación es necesaria para interpretar una historia que se está leyendo en voz alta.
Por ejemplo, el niño oye que una rana salta por encima de un tronco.
Su proceso de pensamiento que sigue es el siguiente: Yo ya he visto una rana antes, ya he visto un tronco antes, ¿cómo será eso entonces?
Evocar el poder de la imaginación mientras se hacen asociaciones visuales puede que ayude a los niños a hacer más rápido la transición a la lectura independiente de libros sin imágenes.
También les ayudará a ser mejores lectores más adelante, “porque han desarrollado la parte del cerebro que les ayuda a ver qué sucede en la historia.
Más aún, leer a tus hijos ofrece beneficios en el desarrollo del lenguaje más allá de simplemente hablar con tus hijos.
La psicóloga Jessica Montag dice que esto es porque los libros contienen “un conjunto de palabras mucho más diverso que la conversación directa con el niño. Es decir, los niños están expuestos a un vocabulario más sofisticados del que escucharían en su interacción, conversando con adultos.
Otro estudio sobre padres y sus hijos de entre 10-16 meses, mostró que tanto padres como hijos emplearon menos palabras y vocalizaciones cuando usaron soportes electrónicos que cuando utilizaron juguetes tradicionales.
Que le lean le permite al niño además una experiencia más vinculada y más inquisitiva con el lector del cuento.
El niño puede preguntar y responder y hacer más asociaciones visuales e imaginativas.
“Cuando un padre relaciona lo que hay en la página con la experiencia del niño, entonces el niño tendrá una comprensión más rica.”
Esto no quiere decir que los libros interactivos digitales no tienen valor.
Especialmente en niños con retrasos en el lenguaje, algunas de las características de los libros electrónicos refuerzan la conexión entre las imágenes y las palabras.
Y para los padres, estos libros pueden proporcionar algo de “tiempo de adulto” para si mismos, mientras sus niños participan en una actividad educativa por sí mismos.
Sin embargo, las desventajas de los libros electrónicos son que la abundancia de imágenes animadas y elementos interactivos puede obstaculizar el aprendizaje.
Y, por supuesto, se suma a la ya de por si alta exposición de los niños al «tiempo de pantalla».
En última instancia, la investigación muestra que los niños aprenden mejor cuando hay un adulto involucrado.
Los bebés aprenden mejor al interactuar con personas que pasivamente a través de un video o una grabación de audio, al igual que los niños en edad preescolar.
Y aunque estos estudios ofrecen una gran cantidad de nuevas investigaciones sobre el desarrollo infantil, hablan de un saber antiguo, que ha demostrado que “escuchar hablar es espontáneamente más comprensible y está más vinculado a los centros cerebrales emocionales [que la lectura]”.
Al fin y al cabo, la comprensión del lenguaje evolucionó con la escucha hace unos 150,000 años, mientras que la escritura y la lectura son prácticas en comparación relativamente modernas, con solo 5000-7000 años de antigüedad.
Por lo tanto, leer en voz alta a tus hijos es muy beneficioso para su propio desarrollo, pero no ignoremos los beneficios que puede tener también para los padres: más calidad, cara a cara, mayor conexión (y a menudo tierna) y un tiempo “solo para los dos” con tu hijo.
Referencias:
- Klass, Perri, ‘Bedtime stories for young brains’, The New York Times, 2015
- Klass, Perri, ‘The merits of reading real books to your children’, The New York Times, 2016
- Colapinto, John, ‘The pleasures of being read to’, The New Yorker, 2012
McElroy, Molly, ‘Babies’ brains show that social skills linked to second language learning’, UW Today, 2015