Medicina preventina con Ana, de farmacia Lanchares

Los farmacéuticos no pueden diagnosticar afecciones médicas, pero son claves en la aplicación práctica de la medicina preventiva. Pueden aclarar nuestras dudas sobre los medicamentos, recomendar medicamentos de venta sin receta médica e informar sobre los posibles efectos secundarios de medicamentos específicos.

La medicina preventiva se suele asociar a estar más sano y en forma, es decir, a vivir mejor, pero es mucho más. También salva vidas de manera invisible aquí, en Cuba y en cualquier parte del mundo. Y es que además es muy rentable, porque no colapsa nuestro sistema sanitario.

Las farmacias prestan algunos servicios aparentemente sencillos pero muy importantes como por ejemplo medir las concentraciones de azúcar en sangre, la tensión arterial, test de alérgenos o servicios nutricionales… como en el caso de las farmacias Lanchares.

Sus dos farmacias, situadas una en la Calle Urbieta y la otra en la Calle Rentería de Gros, se han convertido en un referente y sus farmacéuticos, en verdaderos asesores para los cientos de pacientes que acuden a ellos en busca de consejo. Hoy hablamos con Ana, la pequeña de la familia, a quien encontramos tras el mostrador.


 

 

Hola Ana, cuéntanos, con dos padres y un hermano mayor farmacéuticos… ¿qué hizo que apostases por seguir este camino tú también?

La verdad es que me decante por la carrera de farmacia por distintos factores, pero sin duda el fundamental es haberlo vivido en casa desde pequeña. En mi caso, me encantaba ver a mi padre formulando en el laboratorio y a mi madre atendiendo; he pasado muchas tardes en la farmacia con ellos.

De todas formas, esta profesión me parece totalmente vocacional ya que no solo se basa en tener conocimientos sino en querer ayudar a los pacientes y tener un trato cercano con ellos. Para muchos somos su persona de confianza y estamos muy agradecidos por lo valorados que nos hacen sentir.

 

Tras tantos años al frente de estas dos farmacias ya sois parte de la familia del barrio, ¿cómo es la relación con los pacientes?

La verdad que muy buena, conocer a las personas de tu alrededor y el poder llamarlas por su nombre hace que la farmacia sea un establecimiento de confianza recíproca entre los vecinos y nosotros mismos. Se crea un vínculo cercano en el entorno de la farmacia y el mostrador. tanto es así que al final no solo te piden consejo sobre medicamentos sino que también te cuentan historias de su vida, su familia, sus viajes… se puede decir que nosotros también aprendemos de ellos.

 

¿Dirías que quienes más acuden a vosotros son los padres primerizos y las personas mayores?

Al hablar de las dos farmacias cambia el perfil totalmente: en la farmacia de Gros sí, tenemos una clientela muy fija de personas mayores que conocemos de toda la vida y, como dices, familias jóvenes que se instalan en el barrio y llegan a la farmacia con miles de dudas. Diría que la farmacia sirve de referencia para todos ellos.

Sin embargo en el centro, vemos perfiles más variados: la gente del barrio, los que trabajan por la zona, los que vienen al centro de recados etc. y todos ellos aprovechan para pasarse por la farmacia. Y por supuesto los turistas claro, Donostia cada día se vuelve más atractiva para visitar y como en la calle Urbieta también trabajamos los fines de semana y los festivos nos toca practicar idiomas a menudo.

 

Vemos que a pesar de que las farmacias digitales están cada vez más a la orden del día, somos muchos los que preferimos seguir acudiendo en persona a la farmacia y dejarnos asesorar in situ. ¿Cómo vivís vosotros esta trasformación digital?

Es una situación que cada vez preocupa más al pequeño comercio. Está claro que vamos a tener que convivir con la digitalización ya que ha venido para quedarse, además las nuevas generaciones lo tienen muy introducido en su día a día. Pero estamos agradecidos de que muchos clientes sigan decidiendo comprar en los establecimientos y que así la compra en el barrio y la compra online se combinen y se complementen sin excluirse.
Es cierto que hay productos de parafarmacia que no necesitan consejo, pero la gran mayoría de casos en nuestro trabajo necesitan atención farmacéutica, por lo que es mucho mejor ver al paciente en persona y poder hacerle preguntas para resolver su problema.

 

Vosotros, como farmacia Lanchares, estáis cada vez más presentes digitalmente. ¿Tenéis, por ejemplo, WhatsApp Business o página Web? ¿Notáis que sobre todo la gente joven utiliza estos canales de comunicación?

Este tema aún lo tenemos un poco pendiente, nos gustaría estar más actualizados en el sector digital y a corto plazo tenemos pensado introducirnos. A día de hoy en las dos farmacias utilizamos el WhatsApp Business para dudas, consejos y encargos e Instagram (@farmalanchares) para enseñar nuevos productos y algunas promociones.
Como he dicho anteriormente, la gran mayoría de nuestros pacientes son de mayor edad por lo que no lo notamos tanto en el día a día, aunque sabemos que para las futuras generaciones es un soporte imprescindible.

 

¿Se os pueden hacer consultas o solo pedidos por estos nuevos canales?

La mayoría de veces son pedidos, pero por supuesto que si hay dudas las resolvemos encantados. Mi sensación es que todavía cuando necesitan hacer consultas, la llamada de  el teléfono sigue siendo el método elegido para poder explicarse mejor.

 

Tú y tu hermano, Óscar, seguís el relevo generacional de vuestros padres. ¿Cuál crees que es la principal diferencia entre el joven farmacéutic@ y el tradicional farmacéutic@?

En cuanto a profesionalidad y atención al paciente no creo que haya mucha diferencia, todos intentamos hacerlo lo mejor que podemos. Pero, como en otras profesiones, es verdad que aunque se han adaptado a las nuevas tecnologías y al manejo de los programas, nosotros nos sentimos más cómodos en ese mundo y estamos más  predispuestos a innovar en lo digital.

Quizás ocurre algo similar a la hora de introducir nuevas marcas en la farmacia. Las nuevas generaciones apostamos por laboratorios nuevos con productos diferentes y sostenibles.
Aún así, la esencia de nuestra farmacia sigue siendo la misma.

 

¿Cómo te imaginas el futuro de la farmacia?

No sé cómo será el futuro, pero me gustaría que no cambiase demasiado. Cuando viajo a otros países en los que impera otro sistema de trabajo en las farmacias, me doy cuenta de que nuestro funcionamiento no tiene nada que envidiar al resto. Personalmente no me gustaría que se convirtieran en algo parecido a un «supermercado» de medicinas en el que el trato humano pasara más desapercibido.

Lo que me encantaría sería poder simplificar la comunicación entre el médico y el farmacéutico y dar prioridad a los servicios en oficina de farmacia, tanto a nivel privado como en colaboración con la Sanidad Pública. Tenemos como ejemplo los test de antígenos de COVID, en los que después de mucho tiempo vamos por fin a poder colaborar, cuando hubiése podido ser así desde el comienzo.

Por otra parte, sí que creo que habrá cambios tecnológicos y posiblemente más farmacias robotizadas. Nosotros mismos, en la farmacia de Urbieta, tenemos Robot desde hace años y es una maravilla, además puede verse en movimiento desde abajo ya que está el suelo acristalado.

 

Para todos los padres que nos están leyendo, ¿podemos pedirte un par de consejos?

Yo lo primero que les diría es que no tengan miedo en preguntar en la farmacia, ya que ese es nuestro trabajo y lo hacemos con mucho gusto. Cada vez notamos más que la gente recurre a Internet para resolver sus dudas o cotejar opiniones. También se buscan recomendaciones de amigos o conocidos, como toda la vida, pero siempre es mejor pedir la confirmación de un profesional sanitario.

Oímos mucho “a mi vecina le va muy bien tal medicamento para el dolor de espalda…”, pero la realidad es que puede que no sea el mismo dolor, o puede haber otros medicamentos más concretos, o nuestras características individuales nos pueden hacer más o menos tolerantes… hoy en día hay tantos focos de información que es fundamental contrastarla.

 

¿Qué medicamentos deberíamos tener a mano en el botiquín de casa?

Es importante tener algunas medicinas en casa, pero son tantas las necesidades que es difícil resumirlo en unas líneas. Además, tenemos la suerte de que resulta muy sencillo encontrar alguna farmacia abierta en cualquier momento del día.

Pero diría que un botiquín básico tanto para adulto como para niño, en sus respectivas dosis claro, podría incluir:
o Para las heridas: tiritas, gasas estériles, esparadrapo, agua oxigenada y clorhexidina, por ejemplo, y suero fisiológico, que sirve tanto para limpieza por vía tópica como por vía nasal y oftálmica.
o Para el dolor de cabeza, fiebre, malestar: paracetamol y un termómetro.
o Para dolores de tipo inflamatorio, golpes: ibuprofeno y alguna crema antinflamatoria.
Para niños, lo sustituiría por alguna crema o stick de árnica.
o Para alergias: algún antihistamínico
o Para síntomas gripales: Ilvico, Frenadol, Rhinomer para limpiezas nasales, aunque yo lo compraría en el momento.

Y en función de si el paciente tiene alguna patología o problema recurrente pues tener la medicina concreta siempre a mano en casa. Se me ocurren Gaviscon o Bianacid para la acidez, y Aerored o Finocarbo para los gases, por ejemplo.

Muchos clientes nos cuentan que los botiquines a veces se les caducan y yo siempre respondo que mejor, eso quiere decir que hemos estado sanos.

 

 

Por último, ¿qué nos recomiendas llevar en el bolso en nuestro día a día?

Pues con esta pregunta yo no puedo dar ejemplo, mi bolso siempre es pequeño y nunca llevo nada, pero diría que unas tiritas y algún paracetamol o ibuprofeno siempre viene bien, para los niños también llevaría el stick de árnica que he mencionado antes. Y para el Covid-19, por supuesto, añadiría un gel hidroalcohólico y una mascarilla de recambio.

Finalmente, quiero añadir que los farmacéuticos somos un establecimiento sanitario de muy fácil acceso. Nos encontramos a pie de calle, dispuestos a ayudar y resolver las dudas que puedan surgir en el día a día de los pacientes. Así que no dudéis en consultarnos.
¡Nos vemos por la farmacia!

 

Muchísimas gracias Ana, nos has ayudado mucho, así que seguramente volveremos a entrevistarte para hablar contigo de temas más concretos.

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