Historia coloreada en videos

¿Cómo nos imaginamos la historia? Sin duda en nuestra mente siempre recreamos imágenes basadas en cuadros o esculturas o edificaciones antiguas. En el siglo XIX y buena parte del siglo XX, seguramente imaginamos la vida a través de fotos o en vídeos en blanco y negro. Pero ahora, las nuevas tecnologías están permitiendo revisitar los viejos materiales y acceder a esta historia coloreada. Y no sólo eso, sino que se aumenta la calidad de la imagen y el resultado es … ¡magnífico!.

Cuando los hermanos Lumière proyectaron Sortie de l’usine Lumière de Lyon en 1895 la cinematografía tan sólo era una deriva experimental del arte visual. Pocos podían imaginar el inmenso recorrido que la producción audiovisual alcanzaría poco después. Aquellas primitivas piezas de vídeo, breves, silenciosas, en blanco y negro y de baja calidad servirían de punto de referencia, de curiosidad histórica, de imperfectas intentonas.

Fueron muchos otros quienes les acompañaron en los titubeantes primeros pasos. Se cree que uno de los fragmentos más antiguos aún conservados data de la alucinante fecha de 1888, cuando Louis Le Prince grabó una breve escena al aire libre en el norte de Inglaterra. Ejemplos como aquel, debemos suponer, hubo más, pero muy pocos han llegado vivos hasta nuestros días.

Sí lo han hecho las grabaciones improvisadas que algunos cámaras realizaron en las ajetreadas ciudades europeas de finales del siglo XIX. Es posible aún hoy toparse con piezas de vídeo grabadas hace casi 120 años. Un auténtico viaje en el tiempo que resulta, sin embargo, tecnológicamente precario y difícil de apreciar dados los medios audiovisuales que consumimos hoy en día. Como ejemplo, este video de San Sebastián en los años 20 en blanco y negro y con la calidad original.

 

Historia coloreada y con mayor calidad de imagen

Denis Shiryaev es un desarrollador y youtuber interesado en las reliquias del pasado que aún pueblan las filmotecas del presente. A lo largo de los últimos meses se ha dedicado a pulir, limpiar, enfocar y colorear algunos vídeos de finales del siglo XIX y principios del siglo XX. El resultado se puede apreciar en su canal de YouTube,

La cuenta de Youtube de Nineteenth century videos. Back to life también es otra fuente maravillosa de este tipo de vídeos.

Hay varios casos de vídeos sobre ciudades, como el de Nueva York en 1911 o este tan increible de París en 1900.

https://youtu.be/9VUVqWckLDo

 

También es sorprendente este vídeo sobre cuando botaron el HMS Albion y la ola que creó al entrar al agua provocó la muerte de 34 personas.

Pero hay un vídeo sobre la vida en las calles de Japón después de la Segunda Guerra Mundial que es fascinante. La calidad no es perfecta, pero va mucho más allá de lo habitual, y podemos en detalle la ropa, las casas, los coches, las caras…

Es el ejemplo perfecto para ver cómo cambia mucho la sensación de ver videos restaurados y coloreados.

¡Dejad el pasado como está!  la opinión de algunos historiadores

Pero no siempre llueve a gusto de todos. Para algunos historiadores los procesos que permiten mejorar los vídeos y fotografías antiguas para mostrarlos en color y con mayor definición y resolución no tienen sentido.

Los procesos que permiten colorear las imágenes del vídeo se unen a los que permiten interpolar fotogramas, mejorar la definición de todos los detalles y llegar hacer ese escalado 4K que hace que vídeos (y fotos) que se veían bastante mal se vean ahora como si hubieran sido grabados hoy mismo.

Emily Mark-FitzGerald, profesora asociada del University College en Dublín, explicaba que «el problema con el coloreado es que lleva a la gente a pensar que estas fotografías son una especie de ventana al pasado sin más, y eso no es lo que son». Considera que estas herramientas son peligrosas. Aunque reconoce que los resultados son impactantes, siempre acaba preguntándose qué información han añadido y qué han eliminado de la imagen original.

Para Luke McKernan, de la British Library, «es un sinsentido. El coloreado no nos acerca al pasado; hace crecer la distancia entre entonces y ahora». Para él el efecto «crea diferencias» porque se añaden fotogramas o unos colores que jamás estuvieron ahí en la grabación original y que básicamente se estiman (o se inventan).

Sin embargo para Elizabeth Peck, una de las componentes del equipo de Shiryaev en su recién formada empresa, Neural Love, estos vídeos «te llevan más a esa sensación real de ‘estoy aquí viendo cómo alguien hace esto’, cuando antes los contemplabas como algo más artístico o cinemático«. «Consideramos que nuestro trabajo es una adaptación del original, similar a una versión moderna de una obra de Shakespeare o la traducción de una obra literaria a otro idioma», explicaba Shiryaev. Su idea, de hecho, «no es el de establecer retos a su autenticidad o a su mérito artístico, sino transformar tanto el conocimiento como la conciencia de la existencia de esos contenidos originales».

 

Si nos preguntas a nosotras, desde nuestra humilde web, animamos a Neural Love a regalarnos una versión actualizada del antiguo San Sebastián. 😉

Fuentes: Curistoria.com, Magnet, Xataka.
Foto: San Sebastián desaparecida (Facebook): Playa de la Concha (1957)- Archivo de Paco Gómez y coloreada por Isabel Lopez Biurrun.

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