El anuncio sonoro de mediodía en Donosti [aprende]
Si estás por el centro a mediodía en Donosti, podrás oír una sirena que anuncia que son las 12:00. Para los donostiarras es muy normal y para los visitantes es un momento de asombro y cierto temor, pues el sonido es el de una sirena que anuncia un ataque aéreo o un toque de queda, es decir, un sonido asociado a tiempos de guerra. ¿Por qué suena esta sirena cada día? ¿Quieres conocer el origen de esta costumbre? La sirena se escucha prácticamente desde cualquier punto de la ciudad y su origen tiene poco de bélico, exceptuando porque es la sucesora de un cañón, aunque esto es otra historia aún más asombrosa y también sonora del mediodía en Donosti.
El cañon meridiano de la Plaza de Gipuzkoa
A finales del siglo XIX se instaló un pequeño cañón en la plaza de Gipuzkoa, de los que se conocen como cañones meridianos.
Se trataba de una pieza de bronce de tamaño más bien pequeño, pero capaz de generar un buen estrépito. La pólvora se colocaba -mediante avancarga- en un lugar llamado disparo y una lupa concentraba sobre ese punto los rayos solares, creando una temperatura capaz de inflamar el combustible. El reloj lleva grabada la latitud de la capital guipuzcoana: 43 grados, 19 minutos y 30 segundos. Y la lupa estaba ajustada a esa coordenada, de modo que el cañón se disparara al mediodía de San Sebastián, cuando el sol estaba en lo más alto de la ciudad.
Hay que tener en cuenta que a fines del XIX no todo el mundo tenía reloj de bolsillo. La gente se valía mayormente de tres relojes públicos de la ciudad: el de la iglesia de San Vicente, el de Santa María y el de la Plaza de la Constitución.
La primera noticia sobre el cañoncito de mediodía de la Plaza de Gipuzkoa se publicó en la revista «El Urumea» el 13 de Julio de 1879.
El cañoncito fue donado, junto a la mesa horaria y la columna meteorológica de la plaza de Gipuzkoa, por José de Otamendi, teniente de Caballería, geógrafo y hasta poeta en euskera.
En la foto podemos ver cuáles eran sus ubicaciones:
1.- Pedestal del meridiano de explosión. Latitud: 43°19’16.4″N.
2.- Columna meteorológica (fisiógrama).
3.- El reloj comparativo (mesa horaria).
El mismo Otamendi describía con minuciosidad el funcionamiento del cañoncito en su libro titulado COSAS DE SAN SEBASTIÁN …, publicado en 1907.
En 1905 y tras veinticinco años de funcionamiento, “desaparece” de la plaza. El cañón original es sustituido entonces por uno nuevo, un mortero meridiano construido por el conocido joyero Pablo Beiner. Este segundo cañón fue retirado años más tarde porque el estruendo que producía su disparo molestaba a algunos vecinos y fue depositado en el Museo de San Telmo en fecha indeterminada.
Y ya en 2015, un relojero llamado Álvaro García Larumbe se puso en contacto con el Aquarium donostiarra para comunicarle que había detectado el cañoncito de Otamendi en una tienda de antigüedades de Logroño y el Aquarium decidió enseguida adquirirlo con la intención de exponerlo.
La sirena de mediodía de la calle Garibai
Tras el desarme del cañón, en 1930, otro periódico local, El Pueblo Vasco, recuperó la costumbre sonora de anunciar el mediodía en Donosti. Esta vez, colocando una sirena en su oficina, situada en la calle Garibai. En 1936 el periódico cerró la oficina y la sirena se trasladó a la Relojería Internacional que sigue haciéndola funcionar cada día desde entonces.
En el video de Teledonosti, Javier Sada, cronista local, nos explica brevemente la historia del cañon y la sirena.
Fuentes: EITB, Diario Vasco, Diario Vasco, El sol i el temps, Campaners