La compañía de teléfonos de San Sebastián [aprende]

Central telefónica interurbana de San Sebastián. Mesa de telefonemas.Años 1920-1930

San Sebastián fue una de las primeras ciudades de España en tener lineas de teléfono. Además, la propia compañía municipal de teléfonos de San Sebastián fue la última en incorporarse a la red nacional, funcionando independiente entre 1909 y 1970. Te contamos esta curiosa historia y de paso aprenderás algo más sobre la comunicación en los s.XIX y XX.

 

Primer modelo de teléfono Bell, 1876
Primer modelo de teléfono Bell, 1876

Comenzamos el 10 de marzo de 1876, cuando Alexander Graham Bell hizo que su teléfono funcionara por primera vez. Sucedió tres días después de que se emitiera su patente y empezó así a hacerle la competencia al telégrafo.

 

La invención del teléfono

La historia de la invención del teléfono está marcada por una sucesión de acusaciones y sospechas. Ya en su época, Bell debió hacer frente a más de 600 demandas de sus competidores, entre ellas las de Elisha Gray y Antonio Meucci. Bell siempre fue capaz de hacer valer sus derechos ante los tribunales, por lo que durante más de cien años ha sido considerado como el inventor del teléfono. Sin embargo, en 2002 la Cámara de Representantes de EEUU declaró a Antonio Meucci como el legítimo inventor del teléfono.

De lo que no cabe duda es de que fue Bell quien lo convirtió en un medio de comunicación de masas, fuera suya la idea original o no. Fue tras perfeccionar el teléfono comprando la patente del micrófono de carbón de Edison y mediante la fundación de la empresa Bell Telephone Company.

Los primeros teléfonos conectaban 2 puntos mediante una linea fija y por tanto únicamente 2 usuarios. Por eso, el siguiente gran avance sería poder conectar a más usuarios intercambiando distintos cables.

 

La invención de las centralitas

En 1878 Bell inauguró la primera central telefónica en New Haven, Connecticut (EEUU) con 21 abonados, entre los que estaba el novelista Mark Twain.

Hasta estas centralitas llegaba el cableado de los abonados. Las operadoras de la centralita -porque normalmente eran mujeres- se encargaban de conectar manualmente a los usuarios solicitados mediante las clavijas del panel.

Almon Strowger era un empresario que tenía una funeraria en Kansas City. Su vida transcurría normalmente hasta que un día, su negocio comenzó a perder clientes. Al investigar observó que esto sucedía desde que había contratado una línea telefónica lo que, en principio, no tenía sentido. Entonces descubrió que una de las operadoras de la centralita telefónica local era la esposa de un propietario de la competencia y que le desviaba a él todas las llamadas solicitando los servicios de una funeraria. Strowger lo puso en conocimiento de los superiores de la operadora pero no hicieron nada. Así que, decidió arreglarlo él mismo.

Desarrolló la idea de un conmutador automático para evitar el desvío interesado de llamadas y a las operadoras cotillas que gustaban de escuchar conversaciones. El 3 de noviembre de 1892  Strowger instaló en La Porte (Indiana) la primera central telefónica automática con capacidad para 99 abonados.

El comienzo de la telefonía en España

El teléfono se instala en España por primera vez en octubre de 1877, pero no en la península, concretamente en La Habana. Después en diciembre, se harán pruebas entre Barcelona y Tarragona utilizándose los circuitos telegráficos del ferrocarril, consiguiendo la comunicación de algunas frases.

En los primeros años de la telefonía en Europa hubo diferentes posicionamientos, a favor del monopolio o de la explotación por particulares. En España no estaba claro, tanto por el desinterés social como por la muy escasa demanda de este servicio.

El primer real decreto (R.D.) es de 1882 y establecía un sistema de concesiones a particulares y sociedades, por concurso público, para la constitución de redes urbanas, dentro de un radio máximo de 10 km., con destino al servicio público sin carácter de exclusividad.

Las concesiones tendrían una duración máxima de 20 años, y serían transferibles previa autorización del Gobierno. Asimismo, se autorizaba al concesionario a establecer un servicio de transmisión de avisos o despachos (telefonemas) que entraba en competencia directa con el servicio telegráfico. También se establecía la libertad total para redes privadas entre dependencias de un mismo dueño y para su uso exclusivo.

La escasa participación al concurso público convocado en septiembre de ese mismo año, hizo que se declarase “sin resultado aceptable”, por lo que a partir de ese momento solo se concedieron licencias para la explotación de líneas particulares. Todas las líneas creadas al amparo del R.D.de 1882, eran invitadas, nunca obligadas, a integrarse como abonados en la red general, cuando se estableciera en su población, respetándose en todo momento los derechos adquiridos.

El Cuerpo de Correos se encargó de la instalación de los teléfonos, pero a un ritmo muy bajo. Esto provocó que quince meses después de la concesión, el número de teléfonos instalados en España fuera de 797, de los que 517 eran líneas particulares.

 

teléfono antiguo de manivela
Teléfono antiguo de manivela

Los primeros teléfonos en San Sebastián

Las primeras líneas telefónicas en San Sebastián unían directamente domicilios particulares de algunos empresarios con las oficinas de sus negocios. La familia Brunet concretamente fue la primera en instalar un receptor en su despacho de la Avenida en 1883.

Según cuenta la noticia de ‘El Urumea’, «los señores Brunet tenían sobre el suelo una pequeña cajita que contiene pilas que producen fluido eléctrico que pasa por conductores a un pequeño pupitre con timbre, incrustado en la pared, que sirve de receptor de la voz«. A través de este artilugio «pueden hablar con su fábrica de Oria, siendo suficiente levantar dos hierros que son las trompetillas que se aplican al oído».

En 1886 el teléfono llegaría a las calles de la ciudad al colocarse alambres para la línea telefónica que uniría la Casa Consistorial con el Gobierno civil, a través de la plaza de la Constitución, calle Narrica, Alameda y Garibay.

En 1889 cuenta ‘El Guipuzcoano’ que ya son más de treinta, principalmente empresas, cafés y hoteles, los abonados al teléfono. Este mismo año, la Compañía del Tranvía sustituía su línea telegráfica por una telefónica, y el 15 de septiembre se declaraba permanente el servicio de la Red Telefónica de San Sebastián.

Simultáneamente diversas compañías privadas intentaron o comenzaron a establecer algunos limitados servicios: Compañía Hispano Americana Electro-telefónica (1887) la Compañía Telefónica del Cantábrico (41 abonados en 1889), la Sociedad de Crédito Mercantil de Barcelona (1895), la Sociedad Anónima de Telefonía Privada (51 abonados en 1905) y la Compañía Peninsular de Teléfonos. Concretamente, la Compañía Peninsular de Teléfonos tenía la concesión para la red urbana de San Sebastián, que caducaba en junio de 1908.

 

Operadoras de la compañía de teléfonos de San Sebastián
Operadoras de la compañía de teléfonos de San Sebastián

 

Nace la compañía municipal de teléfonos de San Sebastián, RTUM

Cuando en 1908 terminó la concesión para la explotación de la red urbana telefónica de San Sebastián, contaba con 393 abonados. Fue entonces subastada por el Estado, consiguiéndola el Ayuntamiento de la Ciudad haciendo uso del derecho de tanteo que la Ley le otorgaba.

De esta forma el Ayuntamiento de San Sebastián contó desde 1908 con una red telefónica propia por un período de quince años, posteriormente ampliado a veinte años. La compañía se llamó Red Telefónica Urbana Municipal (RTUM).

Mes y medio después se concedía a la Diputación de Gipuzkoa la titularidad de otra red para toda la provincia. Ambas centrales municipal y provincial estuvieron situadas en la Calle San Marcial n. 28.

 

Sede de la compañia de teléfonos de San Sebastián calle San Marcial
Sede de la compañía de teléfonos de San Sebastián calle San Marcial

 

La instalación de la Central telefónica y estación de abonados de San Sebastián se concedió a la Casa Bell Telephone de Amberes. Constaba inicialmente de nueve mesas, constituyendo el cuadro conmutador múltiple urbano para 1080 abonados, teniendo á su cargo cada telefonista 120 abonados en horas de máximo servicio.

Muy pronto, y debido al gran desarrollo que adquirió el teléfono, quedó agotada y se hicieron sucesivas ampliaciones en 1912, 1914 y 1915. Finalmente en 1919 se realizó una última ampliación de 960 abonados, resultando que a los once años de la concesión, la central había pasado de las 1.080 a 2.720 líneas, cantidad similar a la de abonados.

Ni remotamente se pensó en llegar a esa cifra en el plazo de la concesión, pues la proporción de un teléfono por cada 24 habitantes, proporción existente en San Sebastián, no será no solo superada en ninguna población de España, sino del extranjero.

 

La red de San Sebastián se hace permanente

Esta situación planteó la necesidad de nuevas inversiones, pero para que fueran rentables el período de concesión tenía que ser ampliado. Fue el motivo que animó al Municipio a solicitar la explotación a perpetuidad del servicio.

Pero esta argumentación del Ayuntamiento de San Sebastián tropezaba con los intereses del Cuerpo de Telégrafos, que tenía la aspiración de que las redes telefónicas urbanas pasasen a su poder, con el fin de poderse hacer dueños de las comunicaciones interurbanas y urbanas.

En el asunto de San Sebastián movieron todos los resortes necesarios para evitar que la concesión se llevase a efecto. No se contentaron con emitir en contra todos sus informes, sino que llevaron a cabo una labor intensa. Basándose en un incumplimiento del contrato por parte del Ayuntamiento como concesionario del centro telefónico, se le instruyó un expediente por el que se obligaba a RTUM, en un plazo de dos meses, a atender a todas las peticiones pendientes de nuevos números o ser sancionada.

El Ayuntamiento presentó las alegaciones pertinentes en defensa de su compañía de teléfonos y consiguió en 1.923  el derecho a explotar a perpetuidad la Red Telefónica Urbana de San Sebastián.

 

Telefonistas en una central telefónica en 1926 (Ricardo Martín).
Telefonistas en una central telefónica en 1926 (Ricardo Martín).

 

 

La automatización del servicio telefónico en

San Sebastián

Se necesitaba mayor capacidad y ya era evidente que el sistema manual no era el más adecuado. La compañía de teléfonos de San Sebastián pensó que había que automatizar y buscó los mejores fabricantes del mercado, no sólo de centralitas sino también de teléfonos y de toda la infraestructura.

La automatización del servicio (1926) se planteó de forma conjunta con la red telefónica provincial. Se eligió una central automática Ericsson AGF (heredera de la centralita Strowger), con capacidad para 5.000 abonados, ampliable hasta 10.000. Además, se modificaba la red subterránea con objeto de posibilitar dar servicio hasta 6.500 líneas. Esto supuso que el cambio llegara hasta las casas. San Sebastián fue la primera ciudad de España en usar teléfonos automáticos de disco para marcar.

 

teléfono automático de disco de la compañia de teléfonos de san sebastián
Teléfono automático de disco de la compañía de teléfonos de San Sebastián

 

En el período 1926/31 el número de abonados alcanzó la cifra de 5.300, 10.300 en 1955; 15.300 en 1961 y llegando a 20.300 en 1968. En esta etapa (1926 -1969) no se renovaron los equipos, por lo que parte de ellos tenían 44 años de antigüedad.

Por otro lado y tras la expiración en 1944 de la concesión de Diputación de la red telefónica interurbana, la CTNE acabó atendiendo al servicio telefónico de todo el resto de Guipúzcoa, con excepción solo de San Sebastián, con la que mantuvo algunos pleitos. La CTNE no le revirtió al municipio el extrarradio de la ciudad (15 Km en torno a ella) a que le daba derecho su concesión y hubo impagos (por parte de la CTNE) de un canon por las llamadas intercambiadas entre la red de la CTNE y la red municipal.

 

Locutorio de teléfonos en Gros de la compañía de teléfonos de San Sebastián
Locutorio de teléfonos en Gros (c/ Zabaleta).

 

El fin de la compañía de teléfonos de San Sebastián

En la última etapa de su existencia, RTUM hizo frente a un incremento constante de peticiones sin atender. Al 31 de diciembre de 1959 existían 6.887 peticiones pendientes de atención; diez años después 12.976 y para finales del año 1.970 eran 14.000 las peticiones pendientes sobre un total de 20.500 líneas en servicio.

El déficit generado por el servicio y las importantes inversiones necesarias para la adecuación y actualización del servicio telefónico hicieron la situación insoportable. Ese año y mediante un acuerdo con la Compañía Telefónica Nacional de España (Telefónica), la compañia de teléfonos de San Sebastián (RTUM) traspasó finalmente todos los derechos de explotación a la operadora nacional (monopolio) tras un pago de 1.000 millones de pesetas. Tras la venta, el servicio telefónico experimentó una mejora considerable.

 

Tapa de registro de la RTUM
Tapa de registro de la RTUM

 

Fuentes: Wikipedia, Diario Vasco, historiatelefonia, wikitel, Diario Vasco, Donostiando, Historias de la historia, noticias de Gipuzkoa

Fotos: Kutxateka, San Sebastián Desaparecida (fb)

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