La importancia de las soft skills en la educación

Se habla mucho de las soft skills o competencias blandas en ámbitos laborales y cada vez se consideran más importantes. Pero las llamadas habilidades blandas no son exclusivas del entorno de trabajo; podemos y debemos hablar de ellas en educación, durante los años escolares y de instituto. Nos referimos a esas habilidades extra, las que acompañan a la formación y estudios específicos del trabajador, esas que no se aprenden metiendo codos … ¿o puede que si?

Aunque no sean parte del curriculum escolar, si son algo que debe tenerse muy en cuenta en el colegio y en las extraescolares, como por ejemplo en el deporte. Los educadores son muy conscientes de ello, pues contribuyen enormemente a lograr los objetivos y a definir la trayectoria vital de cada uno.

Nadie puede estar completamente preparado para lo que puede encontrarse en la vida, pero hay destrezas que hacen que el camino sea más fácil o más satisfactorio. En estos tiempos de digitalización, cobran cada vez más importancia aquellas habilidades humanas que la tecnología no puede reproducir y que más pueden diferenciar y caracterizar a una persona. Hablemos de ellas: qué son, cómo se aprenden o cómo se desarrollan.

Tal y como comenta Sara Moraleja en su libro ‘Educar el Talento: guía para desarrollar nuevas habilidades en jóvenes y niños’, “educar con el enfoque puesto en las soft skills sirve para que los estudiantes aprendan a desarrollarse y crecer como personas. A auto-liderarse. Y además, a promover una mejor calidad de vida”.

 

¿Qué son las soft skills?

Hay muchas definiciones (y muchos listados) que puedes encontrar. Nosotras te vamos a dar varias, abarcando distintos puntos de vista y enfoques, para que quede claro.;)

Para empezar, las soft skills son el conjunto de competencias y comportamientos que distinguen a dos personas y no dependen de los conocimientos, sino de la actitud, la mentalidad y la experiencia vital de cada uno.

¿Qué te sugiere eso? Que el movimiento se demuestra andando.

Algunos las llaman sabiduría práctica. Otros hablan de habilidades sociales, habilidades emocionales o o incluso habilidades para la vida. Para la mayoría, las habilidades blandas son competencias que no se pueden aprender teóricamente, sino que hay que experimentarlas y practicarlas para mejorarlas. ¿Ya está más claro?

Parecen innatas, como parte del carácter y la personalidad. Pero también hay que recordar que estas habilidades se practican, se entrenan y se desarrollan a lo largo de la vida de una persona.

Se llaman blandas (soft) por oposición a las habilidades duras (hard skills). Hard skills son conocimientos como las matemáticas o la carpintería, cuya teoría, práctica ejercicios, técnicas etc. pueden aprenderse en un curso y estudiando. En cambio, las habilidades blandas más bien se adquieren o se descubren; se desarrollan poniéndolas en práctica y mediante experiencias. 

 

¿Qué competencias se consideran soft skills?

Hay muchos listados de habilidades blandas, dando más importancia a algunas que a otras. Nosotras hemos recopilado las 20 más valoradas.

  1. Creatividad.
  2. Gestión del tiempo.
  3. Resolución de problemas
  4. Resolución de conflictos
  5. Capacidad de colaboración.
  6. Pensamiento crítico.
  7. Inteligencia emocional
  8. Escucha activa.
  9. Adaptabilidad
  10. Resiliencia
  11. Capacidad de compromiso.
  12. Flexibilidad
  13. Trabajo en equipo.
  14. Autonomía,
  15. Comunicación eficaz
  16. Empatía
  17. Liderazgo
  18. Capacidad de aprendizaje
  19. Resiliencia
  20. Análisis de datos (big data)

Estas capacidades son importantes para desempeñar los trabajos tanto del presente como del futuro. Por ello, no es de extrañar que el aprendizaje de estas habilidades en el ámbito educativo también resulte fundamental para los alumnos, que serán los adultos del mañana.

 

¿Por qué son tan importantes las soft skills?

Las habilidades blandas son difíciles de medir, pero son esenciales para vivir una buena vida. A las personas con estas competencias, se les supone una mayor capacidad para desarrollar esfuerzos adicionales y el ánimo de ofrecer una influencia positiva en su entorno. Es gente más adaptable y flexible frente a las situaciones nuevas y más capaz de comunicarse para crear equipos y buscar sinergias. En definitiva, las soft skills son útiles en una enorme variedad de situaciones. Por eso, gentes de todo tipo las valoran las habilidades blandas, porque son signo de personas íntegras, equilibradas, es decir, de las que nos fiaríamos en situaciones diversas y a las que queremos tener cerca cuando surgen imprevistos o problemas.

¿Cómo se adquieren  o se desarrollan las soft skills?

Las habilidades blandas son difíciles de medir y de desarrollar en comparación con las duras. Una de las mejores formas de desarrollar habilidades blandas es afrontar y superar retos. Los retos nos exigen más y requieren que crezcamos y aprendamos para lograrlos. Además, los retos nos ponen a menudo en contacto con otras personas, especialmente en cualquier entorno explícitamente competitivo o cooperativo.

Otra forma es encontrar un contexto para salir de nuestra zona de confort. Esto nos ayuda a entrar en la zona de aprendizaje, y a acostumbrarnos a ella, lo que a su vez amplía nuestra zona de confort.

Los niños aprenden del ejemplo pero, cuando nos ven tomar decisiones, no pueden analizar si sabemos lo que hacemos ni los porqués. Aún en ese caso, no podrán valorar nuestra experiencia, nuestros conocimientos, ni la diferencia entre una improvisación, una locura o una inspiración calculada.Por eso debemos permitir que se cuestionen en primera persona el mecanismo de tomar decisiones.

Por eso es tan importante dejar de niños y adolescentes se enfrenten a retos por si mismos. No necesitan grandes retos, lo que deben es entender la mecánica de pensar por si mismos, valorar situaciones y buscar soluciones y pros y contras. Deben aprender a tomar elegir, a equivocarse y a sopesar cuándo deben esperar y cuándo deben pasar a la acción.

Dicho esto, queda claro que estas habilidades son «super poderes» que hay que cuidar y fomentar en nuestros niños. Pero, hay algo que te estarás preguntando y que no tiene sentido… ¿habilidades blandas? ¿De dónde viene este nombre tan extraño y en opinión de muchos, tan poco acertado??  Pues eso, te lo cuento en otro post, que es otra interesante historia… 😉

 

Fuentes: generación savia, educacion 3.0, Fundacion Atyla, dreamstime (foto).

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