Feria de Santo Tomás [diciembre]

Fería de Santo Tomás en la plaza de la Constitución de San Sebastián

La Feria de Santo Tomás se celebra el 21 de diciembre. No es un día festivo oficial, aunque si es el comienzo de las vacaciones de Navidad para muchos escolares del País Vasco. Es un día muy especial, en el que en las calles se llenan de gente, muchos de ellos vestidos de forma tradicional.

Feria de Santo Tomás y mercado tradicional

Donostia se transforma en un mercado tradicional y rural como hace cien años y en el que la protagonista indiscutible es la txistorra.

La feria de Santo Tomás de San Sebastián cuenta cada año más con una amplia programación en la que no faltan:

  • exhibiciones de animales, verduras, hortalizas y frutas
  • talleres y juegos para las y los más pequeños de la casa
  • diversos concursos
  • bertsolaris, aizkolaris
  • y sobre todo, mucho ambiente en las calles.

 

Pero entre todos los animales que se muestran, hay uno muy especial. Como en todas las ediciones, una cerda muy grande es exhibida en la plaza de la constitución desde las 10:00h hasta las 20:00h. Esta tradición tiene su origen claro y es que antaño, la cerda se sorteaba y el que ganaba el sorteo recibía un tiempo después todo el lote de productos que se obtenían de ella: chorizo, lomo, carne, jamón etc.

El sorteo ya no se realiza en el siglo XXI, pero se sigue mostrando la vida de los caseríos y sus animales a los niños de la ciudad. Hasta hace bien poco, todos los padres donostiarras compraban boletos para la cerda y se divertían diciendo a sus hijos que si les tocaba, se la tenían que llevar a casa.

La plaza de la Constitución es por tanto el punto central de la feria de Santo Tomás, con un montón de puesto en los arcos, es que para lo que se construyó esta plaza. Pero es mucho más, pues la ciudad cuenta con más de 160 puestos en la zona centro, más los que las diferentes asociaciones instalarán en el resto de la ciudad.

Muchos de los puestos son de colegios y organizaciones sin ánimo de lucro que buscan obtener un ingreso extra. Por eso, además de en lo bares, la gente compra bebidas, pintxos, bocadillos y talos (pan de maiz con forma de torta) de txistorra en los puestos que conoce y así les apoya. En la calle se come y se bebe mucho, y por eso se emplean unos 50.000 vasos reutilizables y el ayuntamiento recoge más de 100 de bidones de grasa de txistorra de los puestos donde se frie in situ.

También es típico que en algunas oficinas y tiendas se celebre en día tomando un pintxo de txistorra. Y es que es el día de tomar txistorra, ese chorizo fresco de freir, que es de origen navarro pero que está tan arraigado en la ciudad y en la fiesta. Entre los puestos, se hace un concurso para elegir la mejor txistorra cada año.

El origen de la feria de Santo Tomás

A mediados del siglo XIX la mayor parte de las fincas rústicas de Guipúzcoa eran cultivadas por arrendatarios que pagaban sus rentas el día de Santo Tomás. El propietario vivía en San Sebastián. Así, el día de Santo Tomás los caseros se desplazaban a la ciudad con el dinero de las rentas y un par de capones y los propietarios, en agradecimiento, les regalaban bacalao y chocolate.

Los caseros aprovechaban su venida a la capital para aprovisionarse de artículos que no existían en los pueblos y para vender los mejores productos del caserío. Así, se hizo necesaria la celebración de una feria, surgiendo la de “Santo Tomás», en la Plaza de la Constitución Donostiarra.

Cuando los municipios guipuzcoanos mejoraron su transporte, la Feria dejó de ser una necesidad. Pero el baserritarra siguió fiel a la costumbre de acudir el día de Santo Tomás a San Sebastián. Y así, adaptándose a nuevos tiempos, la feria de Santo Tomás se mantiene.

Ya desde los inicios, era típico comer chorizo frito con pan y los protagonistas de esta fiesta eran los niños, a quienes se les hacían ruidosos regalos. Sin embargo, esta tradición ha desaparecido con los años, pero se incorporaron novedades que persisten hasta ahora como son el vestirse de “Casero” , imitando los trajes que en su origen se veían en la plaza, y la colocación de puestos de txistorra en la plaza de la Constitución por parte de estudiantes para pagarse el viaje de fin de estudios. Cuando la plaza se fue quedando pequeña, se fueron multiplicando los espacios festivos.

Los siguientes días y hasta el 6 de enero, la ciudad se llena de ambiente navideño con las luces, las atracciones y el mercado navideño.

Fuente: Donostia Kultura, ayuntamiento de San Sebastián.

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