Práctica efectiva, qué es y por qué funciona
Materia gris y materia blanca.
Nuestro cerebro tiene dos tipos de tejido neural: materia gris y materia blanca. La materia gris procesa la información en el cerebro, dirige las señales y estímulos sensoriales a las células nerviosas, mientras que la materia blanca se compone sobre todo de las fibras nerviosas y tejido graso.
Para que nuestros cuerpos se muevan la información tiene que viajar de la materia gris del cerebro, a través de una cadena de fibras nerviosas llamadas axones, a nuestros músculos.
Es la materia blanca la que permite la comunicación hacia y desde las áreas de materia gris, y entre la materia gris y las otras partes del cuerpo. Funciona transmitiendo la información de las diferentes partes del cuerpo hacia la corteza cerebral. También controla las funciones que el cuerpo no conoce, como la temperatura, la presión arterial y la frecuencia cardíaca. La dispensación de las hormonas y el control de los alimentos, así como la ingesta de agua y la exposición de las emociones, son funciones adicionales de la materia blanca.
Cómo la práctica o la repetición afectan al funcionamiento interno de nuestro cerebro.
Los axones que existen en la sustancia blanca se envuelven con una sustancia grasa llamada mielina. Y es esta cubierta de mielina, o vaina, la que parece cambiar con la práctica.
La mielina es similar al aislamiento de los cables eléctricos. Evita la pérdida de energía de las señales eléctricas que utiliza el cerebro, moviéndolas de manera más eficiente a lo largo de las vías nerviosas.
Estudios recientes en ratones sugieren que la repetición de un movimiento físico aumenta las capas de la vaina de mielina que aísla los axones. Y, a más capas, mayor es el aislamiento alrededor de las cadenas de los axones, formando una especie de autopista para la información que conecta el cerebro a los músculos.
Mientras que muchos atletas y artistas atribuyen sus éxitos a la memoria muscular, los músculos mismos en realidad no tienen memoria. Más bien puede ser la mielinización de las vías neurales la que da a estos atletas y artistas su ventaja con vías neurales más rápidas y eficientes.
Hay muchas teorías que intentan cuantificar el número de horas, días e incluso años de práctica que se necesitan para dominar una habilidad. A pesar de que todavía no tenemos un número mágico, sabemos que el dominio no se trata solo de la cantidad de horas de práctica. Es también la calidad y eficacia de esa práctica.
La práctica efectiva es consistente, intensamente focalizada en las metas y debilidades que se sitúan en el borde de las habilidades actuales de cada uno. Si la práctica efectiva es la clave, ¿cómo podemos obtener el máximo provecho y aprendizaje de nuestro tiempo de práctica?
Saca provecho a tu tiempo de práctica.
Prueba a seguir estos consejos:
👉Céntrate en la tarea en cuestión. Minimiza las distracciones potenciales apagando el ordenador o el televisor, y pon tu teléfono móvil en modo avión.
En un estudio, investigadores observaron a 260 alumnos estudiando. De media, los estudiantes solo fueron capaces de permanecer en la tarea 6 minutos seguidos. Ordenadores portátiles, teléfonos, y en particular Facebook u otras redes sociales fueron la raíz de la mayoría de las distracciones.
👉Empieza lentamente o en cámara lenta. La coordinación se construye con repeticiones, ya sean correctas o incorrectas. Si aumentas gradualmente la velocidad de repeticiones de calidad, tendrás más posibilidades de hacerlo correctamente.
👉Sigue con repeticiones frecuentes con paradas programadas. Son hábitos comunes de práctica de los atletas de élite. Los estudios han mostrado que muchos de los mejores atletas, músicos y bailarines pasan de 50 a 60 horas a la semana en las actividades relacionadas con su oficio. Muchos dividen su tiempo de práctica efectiva en múltiples sesiones de prácticas diarias de duración limitada.
👉Y, por último, practica en tu cerebro con gran detalle. Puede resultar sorprendente, pero una serie de estudios sugieren que, una vez que se ha establecido un movimiento físico, puede ser reforzado con solo imaginarlo.
En un estudio hecho con 144 jugadores de baloncesto se les dividió en dos grupos. El grupo A practicó físicamente tiros libres con una sola mano mientras que el grupo B solo los practicó mentalmente. Cuando se midieron al final de dos semanas de experimento, los jugadores intermedios y experimentados en los dos grupos habían mejorado en casi la misma cantidad.
La ciencia avanza.
A medida que los científicos desentrañen los secretos de nuestro cerebro mejorará nuestra comprensión de la práctica efectiva. Mientras tanto, la práctica efectiva es la mejor manera que tenemos de superar nuestros límites individuales y maximizar nuestro potencial.
Imagen de portada: pixabay
Artículo original publicado en Las cebras salen